doi: 10.56294/pa202366

 

REVISIÓN

 

Teotihuacan, analysis of the city from an ethnohistorical approach

 

Teotihuacán, análisis de la ciudad desde un enfoque etnohistórico

 

Octavio Godoy Morales1 *

 

1Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). México.

 

Citar como: Godoy Morales O. Teotihuacan, analysis of the city from an ethnohistorical approach. Southern perspective / Perspectiva austral. 2023; 1:66. https://doi.org/10.56294/pa202366

 

Enviado: 10-06-2023                   Revisado: 09-09-2023                   Aceptado: 20-12-2023                 Publicado: 21-12-2023

 

Editor: Mileydis Cruz Quevedo

 

ABSTRACT

 

Teotihuacan, located in the present-day State of Mexico, is an archaeological zone famous for its architectural complexes and pyramids. The city is known for sites such as La Ventilla, Tetitla, Tepantitla, Teopanzolco and the Palace of Quetzalpapálotl, as well as for its three main pyramids: the Pyramid of the Moon, the Pyramid of the Sun and the Temple of the Feathered Serpent. The history of Teotihuacán is complex due to the scarcity of information about its original inhabitants, which has led to various theories about its evolution. The paper examines three key periods: the rise of the city (200 BC - 250 AD), the rise of the second power group (250 - 450 AD) and the apogee of the city (450 - 550 AD). During these periods, the institutionalization of workers and military power stand out, with symbols such as the jaguar representing the ruling power. The planning of the city suggests a meticulous design, aligned with natural and symbolic elements, such as Cerro Gordo. The city reached its maximum splendor with a population of close to 100,000 inhabitants and an influence that extended throughout Mesoamerica. However, its decline between 550 and 650 A.D. is attributed to a fire and internal conflicts, especially between artisans and rulers. Finally, the paper explores the Mexica interpretation of Teotihuacán, who saw the city as a sacred place where gods were created. This legacy has contributed to maintain the importance and mystery of Teotihuacán in Mesoamerican history.

 

Keywords: Teotihuacan; Archaeology; Pyramids; Mesoamerica; Civilization.

 

RESUMEN

 

Teotihuacán, situada en el actual Estado de México, es una zona arqueológica famosa por sus complejos arquitectónicos y pirámides. La ciudad es conocida por sitios como La Ventilla, Tetitla, Tepantitla, Teopanzolco y el Palacio de Quetzalpapálotl, así como por sus tres pirámides principales: la Pirámide de la Luna, la Pirámide del Sol y el Templo de la Serpiente Emplumada. La historia de Teotihuacán es compleja debido a la escasa información sobre sus habitantes originales, lo que ha llevado a diversas teorías sobre su evolución. El artículo examina tres periodos clave: el surgimiento de la ciudad (200 a.C. - 250 d.C.), el ascenso del segundo grupo de poder (250 - 450 d.C.) y el apogeo de la ciudad (450 - 550 d.C.). Durante estos periodos, se destacan la institucionalización de los obreros y el poder militar, con símbolos como el jaguar representando el poder gobernante. La planificación de la ciudad sugiere un diseño meticuloso, alineado con elementos naturales y simbólicos, como el Cerro Gordo. La ciudad alcanzó su máximo esplendor con una población cercana a los 100,000 habitantes y una influencia que se extendía por Mesoamérica. Sin embargo, su declive entre 550 y 650 d.C. se atribuye a un incendio y conflictos internos, especialmente entre artesanos y gobernantes. Finalmente, el artículo explora la interpretación mexica de Teotihuacán, que veían la ciudad como un lugar sagrado donde se creaban los dioses. Este legado ha contribuido a mantener la importancia y el misterio de Teotihuacán en la historia mesoamericana.

 

Palabras clave: Teotihuacán; Arqueología; Pirámides; Mesoamérica; Civilización.

 

 

 

INTRODUCCIÓN

Teotihuacán es una zona arqueológica ubicada en el actual Estado de México, conocida por sus maravillosos complejos arquitectónicos identificados como: La Ventilla, Tetitla, Tepantitla, Teopanzaco y el palacio de Quetzalpapálotl. Así mismo, otro elemento por el que es conocida la zona es por sus tres basamentos piramidales: La Pirámide de la Luna (ubicada en el norte de la ciudad), la Pirámide del Sol (ubicada de igual manera en el norte, metros después de la Pirámide de la Luna) y El Templo de la Serpiente Emplumada (También reconocida por algunos investigadores como “Templo de Quetzalcóatl” y esta se ubica al sur de la Calzada de los Muertos, dentro de la zona identificada por los arqueólogos como La Ciudadela).

Hablar de la historia de Teotihuacán es cuando menos complicado, pues como lo refiere Pedro Armillas los datos que actualmente se tienen de la ciudad es porque se ha olvidado la historia de la misma y los datos son de tradición indígena que solo se refiera a mitos referentes de sus constructores (Armillas,1950). Debido a la escasa o nula información que hay acerca de los pobladores originarios de la ciudad es que se han formulado teorías de diversos autores que pretenden reconstruir la historia olvidada de Teotihuacán.

Existen elementos a considerar para un análisis de la ciudad y sus cambios políticos en tres grandes periodos que ocurrieron en la zona arqueológica, siendo el principal objetivo de este trabajo:

·      Estudiar el periodo que comprende del año 200 a.C. al 250 d.C. identificado según las fuentes como el momento donde ocurre el surgimiento de la ciudad, reconocer el primer gran clan dentro de la ciudad y la institucionalización de los obreros.

·      El periodo del año 250 al 450 d.C. identificado como el surgimiento del segundo grupo al mando de la ciudad, cuyo símbolo de poder fue el jaguar (Manzanilla, 2017) o un felino similar como el puma (Angulo, 1998) donde se explota la iconografía militar y gobernante.

·      El periodo del 450 al 550 d.C. donde según las fuentes es el momento de gran esplendor para Teotihuacán, llegando a su máxima extensión, mayor índice de población y establecimiento de diversos grupos militares aliados con el clan gobernante, en este caso, el jaguar.

·      Como conclusiones del trabajo se analizará brevemente tres diferentes momentos: los años 550-650 d.C. como el periodo de declive de la ciudad, interpretación mexica de la ciudad y su importancia como cacicazgo novohispano.

 

DESARROLLO

Antes de ser la gran ciudad del altiplano mesoamericano durante el periodo clásico, se desarrollaron ciudades o pequeños centros ceremoniales a lo largo del centro de México, prueba de esta teoría se encuentra en Cuicuilco un centro que contaba con una población de 20,000 habitantes y 400 hectáreas de territorio (Angulo, Op. Cit.).

Pero en lo que respecta a la ciudad de Teotihuacán las investigaciones del arqueólogo mexicano, Eduardo Matos Moctezuma, sugieren que los primeros asentamientos datan entre el 500 y el 100 a.C. específicamente eran cinco sitios con características defensivas (Matos, 2009).

En cuanto a la planeación de la urbe, Juan Miró Sardá refiere que su construcción fue planeada como una ciudad ideal ya que tenía los requisitos prácticos y mitológicos para serlo y tras la erupción del volcán Xitle se planeó una construcción con relación en el entorno natural y como punto de referencia para comenzar la construcción de la ciudad fue Cerro Gordo, situada al norte de Teotihuacán y esta se puede observar desde La Calzada de los Muertos, continuando con la propuesta de Juan Miró, el autor sugiere la existencia de un círculo de 7 KM2 de diámetro cuyo centro es la ciudadela con un eje norte-sur que es La Calzada de los Muertos y el segundo eje, este-oeste, son otras dos avenidas. Este círculo imaginario es importante para el pensamiento teotihuacano pues es una representación de la ciudad y la representación de Cerro Gordo es un triángulo, estas expresiones abstractas son parte de las tendencias teotihuacanas (Miró, 2009).

No obstante otra propuesta que se tiene acerca de la planificación de la ciudad es aporte de los arqueólogos Eduardo Matos en su obra Teotihuacán y en el trabajo de Jorge Angulo titulado “El desarrollo socio político como factor de cambio cronológico cultural”, trabajos donde ambos autores coinciden en que las primeras construcciones de la ciudad fueron dos pueblos con una extensión territorial no mayor a los 4KM2, el primero estaba ubicado en el norte de lo que hoy se le conoce La Calzada de los Muertos, en la cual se identifica como la ciudad vieja. El segundo pueblo, afirma Eduardo Matos, se construyó al sur de La Calzada de los Muertos y se contaba con una población de 5,000 habitantes aproximadamente, el mayor logro de este momento histórico fue alterar el territorio lo suficiente para que se tuviera acceso al rio San Juan (Matos, Op. Cit. Y Angulo Op. Cit.).

Con estos antecedentes se afirma que Teotihuacán no había alcanzado su máximo desarrollo y aún estaba lejos de convertirse en el centro político, religioso, cultural y mítico que las fuentes refieren. El cambio en la ciudad no llego hasta que se presentó un grupo político, religioso y militar que logro cimentar las bases de lo que se convertiría la urbe siglos más adelante.

 

Clan de la serpiente emplumada, Periodo 200 a.C.-250 d.C.

En el apartado anterior se mencionaron las propuestas relacionadas con la edificación de la ciudad y una puede ser la explicación para hablar del posible glifo teotihuacano que le puede dar el nombre a la ciudad. Pero destaca por no existir grandes momentos o la inexistencia de un grupo fuerte que estuviera al frente de Teotihuacán. No obstante durante la consulta de fuentes para la elaboración del presente trabajo se detectó la existencia de un grupo que destacó por el control en la zona y la institucionalización del tiempo, la construcción de los tres basamentos piramidales, este grupo recibe el nombre de Clan de la serpiente emplumada.

La propuesta de Jorge Angulo refiere que este clan tiene como tótem a la serpiente emplumada y el Cipactli, estos elementos iconográficos se pueden apreciar en El Templo de la Serpiente Emplumada, por los símbolos que contiene, el autor sostiene que son símbolos de agua y fertilidad (Angulo Op. Cit.).

Sin embargo dentro del trabajo de Jorge Angulo hay una carencia de la definición de clan, aunque existen elementos observados durante la consulta de fuentes y los recorridos etnográficos para generar una definición de clan recurriendo a la obra de Reinhart Koselleck titulado Historias de conceptos. Estudios sobre semántica y pragmática del lenguaje político y social.

Un clan es un grupo de personas que tienen un símbolo en común que funciona como regente del mismo, tienen un papel en la sociedad el cual responde a diferentes necesidades o intenciones y puede convertirse en una institución. Después de hacer esta aclaración se puede seguir con el trabajo.

El control de la ciudad estaba en manos del Clan de la serpiente emplumada que logró institucionalizar el tiempo calendárico del cual solo los campesinos tenían conocimiento, de igual forma eran conocedores de las estaciones del tiempo, los ciclos del sol y la luna por ende fueron los que guiaron a los constructores para la edificación del Templo de la Serpiente Emplumada.

La prueba de que este clan gobernaba se refuta con 2 pruebas concretas, la primera son los murales de Tepantitla. Es cierto que dentro de este conjunto habitacional hay más series de murales como el Tlalocan referido asi por algunos autores, no obstante el mural que refuta la prueba del gobierno del clan de la serpiente emplumada es un grupo de personajes (imagen 3) que portan un tocado de un saurio que tiene similitud con el Cipactli pero este tiene plumas. Para los conocedores del mito de la creación de la tierra según los mexicas el monstruo sacrificado (el Cipactli) no tiene plumas, este elemento iconográfico que aparece en Teotihuacan es la fusión de la serpiente emplumada y el monstruo, por esta representación es que lo correcto es referirse a este grupo gobernante como Clan del saurio emplumado, por los elementos destacados anteriormente, además de este tocado el personaje en cuestión tiene en la mano inferior, un incensario y la mano superior deja caer unas semillas, con este acto es que se representa la fertilidad de la zona arqueológica.

La segunda prueba es el propio templo de la serpiente emplumada, ya que en el interior del basamento piramidal se encontraron una serie de cuerpos que de acuerdo con los arqueólogos Rubén Cabrera Castro y George Cowgill tenían pruebas de que estos cuerpos humanos habían sido ocupados para el sacrificio, los autores sugieren que esta práctica se realizó a gran escala pero desconocían cual era la función de esta actividad (Cabrera y Cowgill, 1993).

Retomando la propuesta de Juan Miró y la ubicación del Templo de la Serpiente Emplumada esta se encuentra en el centro de un circulo imaginario donde se construyó Teotihuacan se puede hablar de que el Clan del Saurio emplumado se consideraba como Axis Mundi de la zona arqueológica ya que durante su mandato, concretamente se edificó durante el 150 y el año 200 d.C. (Cabrera, 1993) y se construyó el templo con los conocimientos para transmitirlo a los constructores.

Referente a estos personajes, los constructores, pocas ocasiones se habla de ellos, pero como lo expresa el licenciado Hazael Anguiano en su tesis de licenciatura que eran personas igual de importantes que los gobernantes: [El encargado de los constructores]…Utilizó su capacidad intelectual-aunque no tuviera esta función social-fue filósofo, artista, promovió nuevos modos de pensar, tuvo buen gusto, participó en una concepción del mundo y contribuyó a cambiarlo. Fue una persona conocedora de historia, de dibujo, de letras y geometría. Planificó las edificaciones, construyó la ciudad y estuvo presente en todo el proceso (Anguiano, 2022).

Con lo expuesto anteriormente parece que hubo un proceso de aculturación durante el mando del Clan del Saurio emplumado durante la construcción del templo y la organización de la ciudad, existiendo solamente un grupo que estuvo al frente de la ciudad. No obstante, la Dra. Manzanilla tiene otra interpretación de un posible gobierno teotihuacano.

Los estudios realizados por el equipo de la Dra. Manzanilla sugieren que fue un gobierno de cuatro dirigentes, propuesta que surge tras el descubrimiento de un cuenco en el actual estado de Tlaxcala, encontrado por George Kluber, en dicho cuenco se observan cuatro personajes y cada uno tiene un elemento iconográfico distintivo siendo: el Dios de las tormentas, el quetzal, el coyote y la serpiente emplumada (Manzanilla, 2017). La propuesta de la división de la ciudad (según Linda Manzanilla) es en cuatro cuadrantes: suroeste al mando de los señores coyotes, en el noroeste los señores águilas o voladores, en el noreste los felinos y las serpientes en el sureste (Manzanilla Op. Cit.)

¿Cómo se relacionan estos posibles gobernantes con el Clan del Saurio Emplumado? Existe un mural que es referido en la obra de Jorge Angulo (Angulo Op. Cit.) y en el trabajo de Linda Manzanilla como “Mural de los animales míticos” el cual representa una escena.

Esta representación se ve al saurio emplumado (en esta representación parece tener rasgos de un felino) enfrentarse a diversos animales como pequeñas aves, peces y coyotes. Linda Manzanilla propone que el grupo de la serpiente emplumada busca ser el único grupo que tuviera el poder en la zona arqueológica. (Manzanilla Op. Cit.).

El resultado de este enfrentamiento se ve reflejado nuevamente en El templo de la Serpiente Emplumada, los estudios realizados por Hasso Von Winning arrojaron que el basamento piramidal sufrió una serie de remodelaciones y muchos de los símbolos fueron reemplazados, como las serpientes que fueron escondidas por medio de otra estructura y se causó un incendio en la entrada del templo y los miembros del primer plan gobernante fueron levemente desplazados, las investigaciones de Von Winning también revelan que el clan no desapareció del todo pues estaban presentes durante el declive en el momento del declive de la zona arqueológica en el año 750 d.C. aunque no eleva al símbolo de la serpiente emplumada como una deidad, el símbolo sigue teniendo relación con el agua, la fertilidad y la tierra (Von Winning,1987)

La Dra. Lilia Ocaña hace una observación interesante del símbolo de la serpiente emplumada (para ella la serpiente emplumada es Quetzalcóatl) es un grupo formador, después llega un grupo usurpador y finalmente son desplazados a un segundo puesto, esta es la primera vez que ocurre pues el Clan del Saurio Emplumado fue el encargado de planificar la formación de la ciudad, implemento el sacrificio a gran escala e implementaron la aculturación pero llega otro grupo a tomar su lugar, este proceso ocurre nuevamente con el personaje histórico Ce Acatl Topiltzin y en caso de los mexicas no descartan a Quetzalcóatl como deidad pero en el panteón mexica la deidad principal es Huitzilopochtli (Ocaña,2004).

 

Segundo clan gobernante, el felino, periodo 250-550 d.C.

Si se expresa las siguientes ideas con términos históricos el resultado sería el siguiente: tras la expulsión del Clan del Saurio Emplumado se crea una coyuntura, no puede ser catalogado como un rompimiento puesto que se conservaron las estructuras sociales que dejó el clan anterior, pero se expandió la ciudad a más rumbos a lo largo de Mesoamérica, aunque uno de los principales aportes del nuevo clan regente en Teotihuacan es formalizar la institucionalización militar en la sociedad teotihuacana y esto se puede ver reflejado en los murales de ciertos edificios de los conjuntos habitacionales y en ciertas piezas arqueológicas.

La legitimación del poder para este nuevo clan regente de Teotihuacán se encuentra en un mural ubicado en el conjunto habitacional de Atetelco, según Angulo, ya que en el sitio referido aparece el felino sobre unas figuras circulares que el arqueólogo interpreta como granos de cacao, esto es una aceptación del gobierno, un trato (Angulo, Op. Cit.).

La Dra. Linda Manzanilla es quien identifica al felino como un jaguar, dentro de sus investigaciones la especialista de la zona arqueológica asegura que este clan gobernante fue el responsable de cubrir El Templo de la Serpiente emplumada y suplantar los antiguos símbolos gobernantes, esta acción se puede considerar como una justificación de poder, esta aseveración es compartida por la arqueóloga italiana, naturalizada mexicana, Laurette Séjourné y por Hasso Von Winning ya que ambos especialistas realizaron estudios a piezas arqueológicas de sus respectivas colecciones privadas (Sejourne, 1966 y Von Winning, 1987). El resultado de las investigaciones de Séjourné y Von Winning llegaron a respuestas similares expuestas por la especialista mexicana.

La principal actividad del nuevo clan, como se destacó anteriormente, fue la institucionalización del militarismo en la zona arqueológica, es complicado hablar de las actividades militares mesoamericanas sin pensar inmediatamente en la cultura mexica ya que esta cultura fue la máxima exponente de esta actividad en el periodo posclásico, cuando ya había ocurrido el declive de Teotihuacán, existiendo muchos siglos de diferencia entre una cultura y otra. Sin embargo hay elementos para consideras unas posibles divisiones militares que existieron en la gran urbe.

Esta catalogación de posibles divisiones militares teotihuacanas son una consideración de quien suscribe el presente trabajo, basado en la consulta de las fuentes y haciendo un análisis de piezas arqueológicas pues hay pocos trabajos que hablen de esta actividad en Teotihuacán.

En primer lugar, se tiene la imagen de los guerreros coyote y águila. Estos personajes aparecen en el barrio de Atetelco, por eso es que se le ha sido identificado como un posible barrio guerrero ya que los elementos pictográficos que portan los guerreros son escudos y cuchillos curvos. La principal actividad de estos personajes es el cuidado de los comerciantes durante los recorridos en las rutas de comercio, aunque las interpretaciones son variadas, existió un momento de conflicto al analizar a la figura de un guerrero pues tenía un caracol, símbolo de Quetzalcóatl años más adelante (Angulo, Op. Cit.).

Otro ejemplo de una interpretación diferente relacionada con la figura de un guerrero es realizado por el arqueólogo mexicano Román Piña Chan en su libro Quetzalcóatl: serpiente emplumada donde asegura la existencia de un señor del tiempo (Piña Chan, 1977) pero el personaje que recibe el título de Dios señor del tiempo es un guerrero. Esta afirmación es por los elementos pictográficos que porta y sostiene el personaje son un puñado de flechas y un cuchillo curvo.

Es importante destacar que los personajes que aparecen en este barrio (coyote, águila y el jaguar) presentan un tocado de plumas, un símbolo de poder en la zona arqueológica. Esto quiere decir que estos tres grupos militares tenían una significativa presencia en la sociedad teotihuacana y cierto poder dentro de la misma, siendo los encargados de cuidar la gran urbe y ciertos miembros de la sociedad teotihuacana,

La otra categoría de los guerreros son los búho-lanzadardos, conocidos por su papel en la administración con el clan del jaguar y estos parecen tener una relación con grupos del sur del país, específicamente con los mayas de Palenque, en el cual se ve el relieve en el Templo de la Cruz. Esto sugiere que podrían ser dignatarios de la ciudad de Teotihuacán con los miembros del sur de México. Otra prueba de que esta pudo ser una división de la milicia teotihuacana es una figura que aparece en la obra de Hasso, esta figurilla tiene en el pecho una insignia con la forma de la imagen 6 y en la única mano que presenta la figurilla es una flecha (Von Winning Op. Cit.).

Este es el periodo de máximo esplendor de la zona arqueológica pues llega a una población cercana a 100.000 habitantes con diversos grupos en diferentes regiones de Mesoamérica, es por ello que la Dr. Manzanilla nombra la ciudad como “El pulpo” pues la metrópolis es la cabeza del ente y los tentáculos son los corredores donde la ciudad obtenía sus recursos (Manzanilla Op. Cit.). Con estos precedentes se puede imaginar que una ciudad con estas características tendría una larga duración en la historia mesoamericana que duraría siglos, pero si algo se ha demostrado es que todo aquello que tiene un inicio por ende tiene un final, pero el caso de la cultura teotihuacana lo hace tan misterioso por lo repentino que fue, por ello es que surgen una gran cantidad de hipótesis que buscan explicar el fin de la cultura más grande de Mesoamérica durante el periodo clásico.

 

Declive de la zona arqueológica periodo 550-650 d.C.

El final de esta cultura fue sorprendente pues, como se destacó con anterioridad, fue un evento tan abrupto y repentino que hoy en día este momento en la historia mesoamericana es objeto de más dudas, preguntas, hipótesis e interpretaciones que respuestas concretas que expliquen que ocurrió en Teotihuacán, la teoría más aceptada por los investigadores es que un incendio cuyo lugar de origen fue el centro de la ciudad, este suceso causa el “abandono” de la ciudad, Linda Manzanilla sugiere que el origen de este incendio fue una revuelta interna entre los artesanos y el clan gobernante que no logro retomar cierta autonomía de la ciudad (Manzanilla Op. Cit.)

¿Sería posible un segundo conflicto interno en la zona arqueológica? Sí, es factible que la ciudad haya perdido el control y los artesanos provocaran un alzamiento contra en clan regente de la ciudad, ya que la cerámica teotihuacana era de gran valor para ciertos grupos a lo largo de Mesoamérica y si existió una sobreproducción cerámica y una sobreexplotación de recursos naturales provocaron que la ciudad se desestabilizara.

El primer recurso en acabarse o escasear en Teotihuacán fue el agua, esta hipótesis surge al ver que los principales elementos iconográficos que predominaban, aun en la época del Clan del Felino o Jaguar y en algunos murales aparece este ser sosteniendo un caracol del cual emana el líquido esencial para la vida, el agua.

 Las investigaciones de Cabrera dentro del Templo de la Serpiente Emplumada arrojaron que hubo un saqueo de la ciudad y si bien los resultados del C14 (carbono 14) afirmaban que el saqueo se había realizado en el año 390 d.C. o el 400 d.C. durante el control del jaguar en la zona arqueológica, pero el arqueólogo mexicano difiere con los estudios realizados puesto que, en su opinión profesional ocurren durante el declive, ya que en el túnel que se presume se ocupó para el saqueo tenia cerámica que no corresponde con la temporalidad del C14 (Cabrera, 1998: 152)

Es increíble como una ciudad con grandes edificios, llena de color, vida y con una de las poblaciones más abundantes del altiplano central mesoamericano haya tenido un final así: un incendio, un saqueo de piezas y con más misterios que respuestas, a la sombra de la cultura que le da nombre a nuestro país, precisamente es uno de los últimos puntos que quiero abordar en el presente trabajo.

 

¿Qué ocurrió con los teotihuacanos tras el colapso de la Zona arqueológica?

Esta es una especulación de Wigberto Jiménez en su obra Los portadores de la cultura teotihuacana, este primer apartado se maneja un posible rastro histórico y en el siguiente la interpretación mítica.

Las dos clasificaciones de los teotihuacanos según el historiador mexicano son los teotihuacanos antiguos que los identifica en la era Quinametin y los teotihuacanos epigonales que también los clasifica como Nonoalcas, un grupo de los toltecas que realizaron migraciones a lo largo de Mesoamérica tras el declive de Tula y cuyo primer lugar de asentamiento o fundación sería Huaquechula, en el actual estado de Puebla.

Este grupo tenía un líder nombrado Xelhua, el historiador mexicano sugiere que fue el constructor de la pirámide de Cholula y cuya principal deidad era Tláloc, un personaje que se puede observar en los murales y la cerámica teotihuacana (Jiménez, 1974).

Hay un punto que establecer y es que la deidad de las lluvias si aparece en la zona arqueológica, aparece en los murales, en la cerámica o ciertos personajes portan sus elementos como las anteojeras o sus dientes en forma de colmillo de serpiente.

Esta filiación teotihuacana, los epigonales, fue un grupo que pudo ser de características más enfocadas en la conquista y asentamiento de zonas pues Wigberto menciona a un personaje que realizó conquistas en el valle de México durante el año de 1310, un personaje llamado Rey Timal, este personaje tenía por símbolo o emblema a la mariposa, animal que también aparece en la iconografía teotihuacana.

Este personaje de Timal cumple con las características de la época del posclásico, pues ya no existen los grandes centros o las grandes ciudades, en cambio se busca el asentamiento y las guerras son las principales características de este periodo de la historia.

Wigberto menciona en su obra que el cronista novohispano Fernando de Alva Ixtlixochitl intenta hacer un orden de las culturas o grupos de pobladores que estuvieron en el centro de México, el primer lugar están los Quinametin o los antiguos teotihuacanos, posteriormente le siguen los olmeca-Xicallanca y por ultimo están los toltecas (Jiménez, Op. Cit.).

Teniendo en cuenta la propuesta del especialista mexicano entonces los teotihuacanos lograron trascender más alla de la época del clásico, cambiando de filiación y estando en contacto con otros grupos, esto permitió que la cultura trascendiera a otro plano más allá de la existencia, lográndola convertir en lo que se conoce como en día, un mito, uno que le dio sentido y forma de vida a la cultura más importante del periodo posclásico, la cultura mexica.

 

Interpretación mexica de Teotihuacán y su breve historia como cacicazgo novohispano

Para este último apartado del presente trabajo es pertinente comenzar con la explicación de Pedro Armillas sobre Teotihuacán y por qué esta esta cultura está en la sombra de la cultura mexica (Esta es un consideración de quien suscribe el trabajo) y es que ciertamente los datos que actualmente se tienen de Teotihuacán son de tradición indígena, basada en los mitos y es que son propiamente los mexicas que nombran los basamentos piramidales como Sol y Luna, También hay que destacar que por mucho tiempo se le considero a la zona arqueológica como la mítica ciudad de Tula o Tollan, en su nombre náhuatl ya que Teotihuacán cumplían con las descripciones mexicas (Armillas,1950).

Pero ¿Se tiene los elementos suficientes para considerar que Teotihuacán tenía los elementos para confundirla con Tula? De hecho si, pues el Dr. Miguel León-Portilla en su trabajo titulado Toltecayotl, aspectos de la cultura náhuatl explica a grandes rasgos como se transformó el término Tollan pues en primera estancia significaba “El lugar de los Tules”, posteriormente cambio a “Población/comunidad grande y floreciente”, de este concepto surge Toltecatl que significa “hombre sabio, refinado y artista”. Asimismo el Dr. Portilla sugiere que los informantes de Fray Bernandino de Sahagún se referían a Tula como una ciudad con logros extraordinarios pero un abandonado tiempo después como Tamoachan, Cholula y la propia Teotihuacán. (León-Portilla, 1980)

Teniendo en cuenta lo expuesto por el Dr. Portilla, Pedro Armillas y viendo los antecedentes con el primer clan gobernante de Teotihuacán es que propiamente la ciudad si llega a niveles extraordinarios para época, si existe un proceso de aculturación en la zona y puede ser considerada como Tula, sin embargo los mexicas no consideran a la gran urbe como la ciudad donde vivió el personaje histórico Ce Acatl Topiltzin Quetzalcóatl.

Teotihuacán es importante para los mexicas pues, a consideración de Lilia Ocaña, en ella Quetzalcóatl crea al hombre con sangre del Dios, el maíz y los restos óseos de los hombres de las eras pasadas siendo estos los hombres actuales, también se le considera como héroe a Quetzalcóatl pues él crea a la ciudad, eso explica la magnificencia de Teotihuacán (Ocaña, Op. Cit.).

Pero Jacques Soustelle, el etnólogo francés, tiene una perspectiva diferente relacionada con la interpretación mexica de Teotihuacán, desde la perspectiva del especialista ya que también destaca la importancia de Quetzalcóatl en la gran ciudad, pero argumenta que la ciudad es importante pues ahí nace el quinto sol. Para los mexicas el sol es importante ya que es el protege a los humanos de la oscuridad, de los demonios llamados Tzitzimine que buscan dejar al mundo en la completa oscuridad (Soustelle, 1982).

En el apartado anterior se mencionó que la propuesta de Wigberto Jiménez se expondría en dos partes, en la primera se habló de los teotihuacanos epigonales y cómo podrían encajar en la historia, pero no se hizo mención de quienes eran los antiguos teotihuacanos o Quinametin, pero en este apartado se le puede dar una respuesta.

El historiador mexicano refiere que los teotihuacanos antiguos vivieron en la época de los Quinametin, cuya traducción del náhuatl significa gigantes, los gigantes vivieron en el segundo sol y por mucho tiempo se consideró que los gigantes fueron reales hasta que se comprobó que una serie huesos que fueron encontraron pertenecían a la antigua mega fauna del altiplano. Se coloca en este apartado ya que nuevamente aparece el nombre de Xelhua como constructor de la pirámide de Cholula. (Jiménez, Op. Cit.)

Hay que recordar también que la zona arqueológica tiene un sentido de religiosidad para los mexicas y más para el gobernante de esta cultura, de acuerdo con Cristina Bosque en sus investigaciones de las representaciones novohispanas de Teotihuacán en los mapas coloniales y se percata que en el documento titulado La relación de Tecciztlan y su partido, aparece la zona arqueológica como “Oráculo de Moctezuma” el personaje referido es Moctecuhzoma Xocoyotzin o Moctezuma II, Tlatoani de la gran Tenochtitlan en los tiempos del contacto europeo con Mesoamérica, quien además tenía la costumbre de visitar Teotihuacán cada 20 días, hay que mencionar que en el calendario mexica un mes constaba de ese tiempo, 20 días, además comenta la especialista es que los mexicas son quienes nombran la zona arqueológica como Teotihuacán, traducido del náhuatl como: El lugar donde se hace Dios” o bien “donde se hacen dioses” (Bosque, 2019).

Con los datos mencionados se puede considerar que por esta interpretación del mito mexica que habla de la creación del quinto sol, era en la que nosotros vivimos actualmente, es lo que contribuyó a la interpretación de la zona como un gobierno pacifista, por la existencia de imágenes de los dioses y la religiosidad con la que los mexicas percibían a la zona arqueológica. No se tiene registro de qué año o en qué momento los aztecas (para este momento ya nombrados como mexicas) encuentran los restos de Teotihuacán y que fue lo que vieron exactamente, pero se puede suponer que, a pesar de que la naturaleza pudo cubrir los conjuntos habitacionales de la época y las grandes pirámides, debieron de encontrar gran parte de la pintura mural en un estado aceptable y con las grandes proporciones de la época, decir que ellos no vieron la ciudad como lo puede hacer hoy en día un turista internacional o nacional como el público casual, es imposible, seria cometer un anacronismo, además de que los murales hoy en día conservan poco o nada de la pintura de la época. Es importante destacar esto pues usualmente se obvian estos datos y se tiene la creencia de que los mexicas vieron la ciudad como hoy día se aprecia.

Una vez establecida la importancia e interpretación mexica de Teotihuacán, sigue el último apartado del trabajo siendo la importancia como cacicazgo novohispano y su representación topografía de la época, cabe destacar que a diferencia de las culturas que florecieron en el posclásico tenían un glifo o topónimo que les daba nombre, Teotihuacán no tuvo uno(aunque no hay pasar de largo la propuesta de Miró para encontrar un posible glifo teotihuacano) y por ende igual se desconoce el nombre original de la ciudad, por esa razón solo se le conoce como la nombraron los mexicas.

Haciendo esta aclaración del nombre, el último punto ha de desarrollarse, la historia toponímica novohispana de San Juan Teotihuacan comienza con la representación de la ciudad con el elemento más característico que tiene, las pirámides del Sol y La Luna, también se representa como un sol en el códice Huamantla junto a los basamentos piramidales y este mismo sol es un símbolo para el primer cacique de Teotihuacán, claro, en el momento histórico de la Nueva España, Francisco Verdugo Quetzalmamalitzin y que se traduce como “Un sol en tanto al señor de Teotihuacán” (Bosque, Op. Cit.).

 

CONCLUSIONES

La historia en Teotihuacán es compleja, un acercamiento para una sola rama de estudio es casi imposible por decir menos puesto que hay diferentes aspectos que se pueden estudiar, que van desde la iconografía hasta sus deidades, desde la interpretación mexica hasta los tiempos presentes para el pueblo de San Juan Teotihuacán, es un sitio que ha perdurado a lo largo del tiempo y prueba de ello son sus complejos arquitectónicos, desde su inicio está rodeada de cambio políticos que marcan el fin de un periodo. Es poco lo que se sabe de esta ciudad, pero las especulaciones y las hipótesis que surgen diariamente quizá nos ayuden a esclarecer las dudas de este sitio mítico.

Es posible que se le pueda dar un nombre a la ciudad, tomando en cuenta ciertos elementos iconográficos que le dieron la forma a la ciudad para sobrevivir, que hay elementos para asegurar que hubo dos grandes grupos de poder en la zona y que ambos fueron derrocados por la inconformidad de la población.

Es probable que las futuras investigaciones le den seguimiento a que pudo ocurrir con los teotihuacanos tras el colapso de la ciudad y como se transformó su pensamiento al estar en contacto con otros grupos e indagar cual fue el fin de la ciudad con enigmas que presenta Mesoamérica.

 

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FINANCIACIÓN

Ninguna.

 

CONFLICTO DE INTERESES

Ninguno.

 

CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

Conceptualización: Octavio Godoy Morales.

Curación de datos: Octavio Godoy Morales.

Análisis formal: Octavio Godoy Morales.

Investigación: Octavio Godoy Morales.

Metodología: Octavio Godoy Morales.

Administración del proyecto: Octavio Godoy Morales.

Software: Octavio Godoy Morales.

Supervisión: Octavio Godoy Morales.

Validación: Octavio Godoy Morales.

Visualización: Octavio Godoy Morales.

Redacción – borrador original: Octavio Godoy Morales.

Redacción – revisión y edición: Octavio Godoy Morales.