doi: 10.56294/pa202373
ORIGINAL
Geography of memory. The roads of the arriería in San Pedro Chapulhuacán, Hidalgo (1950)
Geografía de la memoria. Los caminos de la arriería en San Pedro Chapulhuacán, Hidalgo (1950)
Esmeralda Oliva Ramírez1 *
1Escuela Nacional de Antropología e Historia inscrita al doctorado en Historia y Etnohistoria. México.
Citar como: Oliva Ramírez E. Geography of memory. The roads of the arriería in San Pedro Chapulhuacán, Hidalgo (1950). Southern perspective / Perspectiva austral. 2023; 1:73. https://doi.org/10.56294/pa202373
Enviado: 20-06-2023 Revisado: 07-09-2023 Aceptado: 15-12-2023 Publicado: 16-12-2023
ABSTRACT
This ethnohistorical research focuses on the arriería in San Pedro Chapulhuacán, Huasteca hidalguense, from an ethnographic perspective to understand social, economic and geographical processes. Historical ethnography allows us to explore economic aspects of the arriería, such as commercial routes and transactions, using oral sources to capture local memories and experiences. San Pedro Chapulhuacán, located in the north of the state of Hidalgo, has a rich history and geography that influences its social and economic dynamics. In pre-Hispanic times, the town was inhabited by Chichimecas, Otomíes and Nahuas, and after the conquest, it went through several changes in its administration and name. During the 19th and early 20th centuries, it experienced agrarian movements and revolution, impacting its social and economic structure. The semi-warm climate and the abundant vegetation of the municipality make it favorable for diverse agricultural and commercial activities. Muleteers, such as Don Vicente Ángeles Amador, played a crucial role in itinerant trade, transporting agricultural products through mountainous routes with pack animals. Don Vicente, born in 1929, began muleteering at the age of eight and continued until the 1990s, adapting to changes such as the use of cargo trucks. Commercial transactions in San Pedro Chapulhuacán included barter, “al tiempo” sales and other forms of exchange. Trust and word of mouth were fundamental to these arrangements. Local trade involved not only the distribution of products, but also the creation of social and cultural networks. The research highlights the importance of arriería in the economy and social life of the village, reflecting how commercial practices have evolved over time, influenced by geographical, historical and cultural factors.
Keywords: Arriería; Ethnohistory; San Pedro Chapulhuacán; Trade; Orality.
Esta investigación etnohistórica se centra en la arriería en San Pedro Chapulhuacán, Huasteca hidalguense, desde una perspectiva etnográfica para comprender procesos sociales, económicos y geográficos. La etnografía histórica permite explorar aspectos económicos de la arriería como rutas comerciales y transacciones, utilizando fuentes orales para capturar memorias y vivencias locales. San Pedro Chapulhuacán, situado al norte del estado de Hidalgo, posee una rica historia y geografía que influye en su dinámica social y económica. En tiempos prehispánicos, el pueblo fue habitado por chichimecas, otomíes y nahuas, y tras la conquista, pasó por varios cambios en su administración y nombre. Durante el siglo XIX y principios del XX, experimentó movimientos agraristas y la revolución, impactando su estructura social y económica. El clima semicálido y la abundante vegetación del municipio lo hacen propicio para diversas actividades agrícolas y comerciales. Los arrieros, como don Vicente Ángeles Amador, desempeñaron un papel crucial en el comercio itinerante, transportando productos agrícolas a través de rutas montañosas con animales de carga. Don Vicente, nacido en 1929, comenzó en la arriería a los ocho años y continuó hasta la década de 1990, adaptándose a cambios como el uso de camiones de carga. Las transacciones comerciales en San Pedro Chapulhuacán incluían el trueque, la venta “al tiempo” y otras formas de intercambio. La confianza y la palabra eran fundamentales en estos acuerdos. El comercio local implicaba no solo la distribución de productos, sino también la creación de redes sociales y culturales. La investigación destaca la importancia de la arriería en la economía y la vida social del pueblo, reflejando cómo las prácticas comerciales han evolucionado con el tiempo, influenciadas por factores geográficos, históricos y culturales.
Palabras clave: Arriería; Etnohistoria; San Pedro Chapulhuacán; Comercio; Oralidad.
La investigación es abordada desde un enfoque etnohistórico para reconstruir procesos sociales, económicos y geográficos de la arriería en la huasteca hidalguense de San Pedro Chapulhuacán. El enfoque histórico de la etnografía me permite investigar aspectos económicos de la arriería, por ejemplo: las rutas y caminos del comercio, los productos, las transacciones, entre otros temas.
Rosana Guber define al enfoque etnográfico como una “[…] concepción y práctica de conocimiento que busca comprender los fenómenos sociales desde la perspectiva de sus miembros [...]” (2001:13). Es decir; no basta con la descripción del etnógrafo sino darle valor e importancia a la voz de los sujetos. En ese sentido la presente investigación aborda las fuentes orales las cuales posibilitan en el trabajo etnográfico las memorias, recuerdos y añoranzas de don Vicente, habitante de la cabecera municipal del pueblo de Chapulhuacán.
De esta manera, propongo una cartografía de la oralidad, es decir, la oralidad como una fuente en la investigación me permite reconstruir los lugares, caminos, pueblos, pero también, las formas de comercio del arriero a mediados del siglo pasado. En seguida, describo algunos datos sobre la geografía e historia del lugar de estudio.
Es un municipio con un espacio geográfico, histórico y cultural particular. De acuerdo con la perspectiva general de la geografía, el pueblo se encuentra ubicado al norte del estado de Hidalgo. Para mayor precisión a nivel municipal y estatal al norte colinda con el municipio de Pisaflores y el estado de San Luis Potosí, al sur con los municipios de Tepehuacán de Guerrero y La Misión, al este con el estado de San Luis Potosí y el municipio de Tepehuacán de Guerrero y al oeste con los municipios de La Misión y Pisaflores en el estado de Hidalgo. (Véase figura 1)
Fuente: INEGI: Prontuario de los Municipios. Chapulhuacán Hidalgo. 2009: p. 4.
Figura 1. San Pedro Chapulhuacán, Hidalgo
Desde la perspectiva histórica y cultural en tiempos prehispánicos el pueblo era conocido como Macuilsúchitl. Fue un pueblo multiétnico habitado por chichimecas, otomíes y nahuas que, formaron parte de las huestes Mexicas las cuales, lindaban con el Señorío Independiente de Meztitlán en Hidalgo y grupos Chichimecas del Estado de San Luis Potosí. Después de la conquista el topónimo del pueblo cambiaría por San Pedro Chapulhuacán. Este pueblo también sería entregado como encomienda a descendientes de Moctezuma, evangelizado por la orden mendicante de los agustinos, pero también, debido a su ubicación geográfica, el pueblo estaría situado en los límites fronterizos de la Provincia de Meztitlán Hidalgo y la Provincia del Pánuco en San Luis Potosí. El pueblo dependería en distintos momentos a las provincias antes mencionadas.
A mediados del siglo XIX, el triunfo del Gobierno Liberal, Las Leyes de Reforma (1857), la aplicación y la interpretación de la Ley Lerdo bajo intereses particulares de gobiernos futuros, provocarían el inicio de movimientos agraristas al sur del estado de Hidalgo.
A principios del siglo XX, el eco de la revolución llegaría al norte del estado de Hidalgo sin pretensiones agraristas porque, los principales actores sociales en el movimiento revolucionario estarían representados por la burguesía de rancheros ricos, dueños de haciendas y demás familias acomodadas del municipio.
A continuación, ofrezco algunos datos generales sobre el tipo de ecosistema existente en el Municipio de San Pedro Chapulhuacán. El pueblo mantiene un clima semicálido húmedo, se caracteriza por una abundante vegetación de bosque mesófilo (véase figura 2) y una rica variedad de fauna terrestre y anfibia.
Figura 2. Vista desde la ranchería: La Escondida
En los alrededores del municipio existen ojos de agua, manantiales, arroyos, barrancas y ríos, por ejemplo: en el sureste del municipio se encuentra el Río Amajac, mientras que en el noroeste está el paso del Río Moctezuma, ambos tributan en El Golfo de México.
Al señalar algunos aspectos geográficos, históricos y culturales del pueblo de San Pedro Chapulhuacán (véase figura 3) tiene el propósito de exponer al lector una idea general del lugar de estudio. A continuación, presento algunos elementos de la cartografía oral de la experiencia y vida de don Vicente Ángeles Amador como arriero a mediados del siglo pasado.
Figura 3. Vista del pueblo de San Pedro Chapulhuacán
Según la Real Academia Española (RAE) define a un arriero o arriera de la siguiente manera: “Persona que trajina con bestias de carga.” Tal definición deja claro el objeto de estudio. Sin embargo, considero que el trabajo de los arrieros implica un trabajo de movilidad histórica, social y económica en el tiempo, pero, por el momento, solo abordaré algunos de los caminos, productos y las transacciones comerciales realizada en los pueblos.
El arriero local en el pueblo de San Pedro Chapulhuacán, practicaba un comercio itinerante por medio de algunas personas cargadoras o comúnmente con animales de carga como -burros, bestias, mulas-. En el pueblo, la arriería y el comercio de productos no se limitaba a un oficio realizado solo por hombres, por el contrario, también compete a una actividad de mujeres.
En San Pedro Chapulhuacán la investigación de los arrieros locales indica que fueron personas que transitaron y circularon por los distintos caminos de la montaña. También fueron los sujetos encargados de trazar nuevas rutas comerciales para conectarlos con otros lugares. Los caminos de la arriería, las ciudades, los pueblos, las rancherías conformaron los puntos de encuentro social, cultural y comercial para importar y exportar noticias, objetos, productos y alimentos provenientes de diversos espacios.
Para ilustrar lo anterior, comparto los relatos de vida de don Vicente Ángeles Amador. (véase figura 4) Esta persona es un hombre de 94 años, es originario y residente actual del pueblo de San Pedro Chapulhuacán. A lo largo de su vida se ha desempeñado en diversas actividades, por ejemplo, durante su juventud presto un servicio militar, pero, muchos años atrás, en su infancia y adolescencia se formó como un trabajador del campo aprendiendo a usar el bastón para cultivar, la yunta para arar la tierra y el machete para chapolear los terrenos. Así mismo, siendo muy joven aprendió sobre la actividad de la arriería, manipulando el ganado vacuno, las bestias y mulas de carga.
Fuente: María del Carmen Ángeles (1993)
Figura 4. Don Vicente Ángeles Amador
De esta manera, don Vicente dice: […] yo empecé en la arriería desde que tenía unos 8 años, ahí yo ya andaba en la arriería, bueno, primero trabajé con mi papá. Ahí me enseñaron a trabajar en la arriería, pero ya después yo me fui a trabajar, hice mi servicio militar en 1947, ya cuando regresé, al año que regresé, empecé a trabajar en la arriería, a seguir los caminos de la arriería. (Vicente Amador, julio 2023)
Don Vicente nació en 1929, cuando comenzó a aprender a trabajar en la arriería contaba con escasos ocho años de vida. Actividad que interrumpió en 1947 porque al cumplir la mayoría de edad se trasladó al Estado de Guanajuato para realizar un año de servicio militar. Al año siguiente regresa a su pueblo a trabajar el campo complementándolo con la arriería. De 1948 a 1969 continuó en los caminos de la arriería en la montaña de San Pedro Chapulhuacán. Después, seguiría con dicha actividad, pero ahora con camiones de carga que transitaban por caminos de terracería hasta la década de los noventa.
Este recorrido temporal refleja como a lo largo de la vida de don Vicente, la arriería ha sido una actividad constante. Sin embargo, para los fines prácticos de esta ponencia, comparto algunos relatos sobre los pueblos y lugares de compra y venta de distintos productos, así como las formas de comercio en la década de 1950 aproximadamente.
En los relatos de don Vicente las rancherías son los lugares ubicados en las laderas de la montaña baja, media o superior. (véase figura 5) Estos espacios son donde vivían las personas que trabajan el campo, son los sitios donde producían el piloncillo, cultivaban el maíz, cosechaban diversas especies de chiles, cafés y demás semillas. Así mismo, las rancherías son los lugares donde se recolectaban las frutas y verduras de temporada.
Figura 5. Montaña de San Pedro Chapulhuacán
Cabe aclarar lo siguiente, anteriormente don Vicente identifica los lugares como “rancherías”, en la actualidad se definen como “localidades” en documentos oficiales del municipio, aunque, otras personas residentes del pueblo o localidades de este nombran a los lugares como la “comunidad”.
Estos nombres han cambiado en el tiempo, podemos observar cómo cada generación nombra distinto el lugar donde se vive, habita y trabaja. Por ejemplo, para don Vicente de 94 años son rancherías, pero para otras personas menores de 50 años son comunidades. Para este trabajo, los municipios los identifico como pueblos y las rancherías/comunidades las identifico como localidades. Sin embargo, para esta ponencia utilizo la definición de ranchería de don Vicente para nombrar las localidades del municipio.
A continuación, compartos algunos datos sobre los lugares, los caminos, los productos y tipos de transacciones comerciales en el pueblo de Chapulhuacán.
En la década de 1950 don Vicente se dedicaba a la arriería realizando fletes, es decir, don Vicente se trasladaba a las distintas rancherías cercanos al pueblo. Cargaba los animales y llevaba los productos a las casas y bodegas de los comerciantes de San Pedro Chapulhuacán. Por dicha actividad recibía un sueldo, por ejemplo, por cada kilo de piloncillo cobraba $ 5 centavos. De esta manera, entre más lejano fuera el lugar para fletear los productos a don Vicente le aumentaban el sueldo, pero, este no rebasaba el peso por kilo de producto. Don Vicente dice que el lugar más lejano al pueblo era el municipio de Tepehuacán de Guerrero, Hidalgo. Don Vicente Dice: ¡Tepehuacán! Era el rancho más lejos, en ese yo me iba todos los días a las 5 de la mañana, me iba yo y llegaba yo allá cerrando la noche, y al otro día para acá otra vez de regreso, de acá [pueblo] yo me iba a Texcapa, por ejemplo, ahí estaba más cerca. En un día iba y venía […] […] Yo le madrugaba porque cuando hacía mucho calor, me tenía yo que venir muy temprano porque las bestias también se cansaban y yo, bañado en sudor. (Vicente A. Amador, julio 2023)
La actividad de don Vicente como arriero de fletes en las rancherías del pueblo se modificó con el tiempo. Después de contraer nupcias don Vicente decide continuar con la arriería, pero ahora como un comerciante. El objetivo era comprar diversos productos como maíz, frijol, café, frutas de temporada, verduras, piloncillo, entre otras cosas para surtir, almacenar y comercializar los productos en su tienda. Don Vicente dice: yo empecé a trabajar con cuatro animales que tenía mi papá, él me los prestaba. Ya después fui comprando animales que en ese tiempo estaban muy baratos, las bestias de carga me costaban $300 [pesos] y luego, yo fui comprando bestias hasta que completé 25. Había mucho piloncillo, era mucha la producción en todas las rancherías. […] En una sola vuelta me lo traía todo. En el campo se sembraba muchas cosas: café, semilla de pipián, chile, ajonjolí, todo eso se sembraba. milpas de maíz, cañales. (Vicente A. Amador, julio 2023)
Para don Vicente las décadas de 1950 a 1960 representan los años de cambio, es decir, empezó como arriero de fletes y continuó siendo arriero, pero también como un comerciante. Sin embargo, es importante señalar que dicha actividad se complementa con el trabajo del campo, la caza de animales en la montaña, la compra y venta de ganado vacuno, así como el comercio en su tienda de abastos. Por lo anterior, la arriería no fue la única actividad económica de don Vicente, la arriería era otra de las actividades que conformaban una serie de trabajos físicos desempeñados en el campo. Don Vicente Dice: […] yo era de los que me iba a los ranchos a comprar piloncillo, café, lo que se vendiera, esos productos los traía yo para acá [San Pedro Chapulhuacán], luego de aquí había un lugar en Taman, o sea que ahí todos los cafés van a dar ahí en Taman, yo compraba café por ahí en los ranchos lo llevaba yo en las bestias hasta Taman, piloncillo también estuve acarreando piloncillo de Tepehuacán, Cuatolol, Texcapa, a todos esos ranchos yo iba, ya llegó un momento en el que el piloncillo perdió su precio, ya la gente dejó de sembrar la caña para hacer el piloncillo. (Vicente A. Amador, julio 2023)
Para don Vicente, andar a caballo por los caminos de la huasteca hidalguense representaba una forma de comprar y vender los productos de la región, correspondía a una actividad de comercio, pero también, a una actividad que le permitía expandir redes sociales entre compañeros, productores, compradores y vendedores.
Ser arriero también implicaba realizar faenas de trabajo para limpiar a fuerza de machete los distintos caminos de la montaña. En el municipio de Chapulhuacán existe una vegetación abundante que cubre casi en su totalidad sus laderas de la montaña. Por esta razón, limpiar los caminos era necesario, pero también era forzoso mantenerlos en buenas condiciones porque a mediados del siglo pasado, el tránsito de las bestias mulares en los caminos y el movimiento en el pueblo era muy grande. Don Vicente dice: aquí llegaban muchas bestias, fácil unas 300, se llenaban todos los caminos, porque cuando nos comenzó a ir bien con el comercio, esto, ya se volvió como el centro de comercio. El señor de ahí también compraba, la señora de allá también compraba, pero pues, después se fue perdiendo esto de la producción del pilón, el café. (Vicente A. Amador, julio 2023)
Hoy en día al recorrer el antiguo camino real de San Pedro Chapulhuacán puede uno dar testimonio que el camino es sinuoso y en temporada de lluvia provoca que las piedras de los caminos sean resbaladizas, mientras que en las partes bajas de la montaña donde hay tierra plana se producen charcos de agua, zanjas y lodazales.
El arriero ya sea que suba o baje la montaña en su camino por momentos encontrara tierra, en otro momento, la tierra se vuelve chinilla o grava pequeña y en las partes altas de la montaña el camino es trazado naturalmente por laderas de piedras protuberantes, lisas y filosas. (Véase figura 6)
Figura 6. Camino de Real. De la Cruz Verde a Miahuatla
A mediados del siglo pasado el tránsito de arrieros con bestias mulares era peligroso, por ejemplo Don Vicente dice: […] llevaba 25 bestias y había otros arrieros que llevaban dos bestias, entonces se la llevaban porque las mías eran muchos, entonces se encontraban y los caminos estaban bien feos, allá en Tenango en la Peña, donde están las grutas, hay unas grutas por acá en Tenango abajo, por ahí pasábamos. (Vicente A. Amador, julio 2023)
En las partes altas de la montaña, las veredas y los caminos regularmente son angostos, son caminos donde solo la gente y las recuas de animales pueden avanzar a manera de fila india. Por lo tanto, al encontrarse en ambos sentidos las filas de bestias mulares provocaban un tráfico de animales y personas lo cual significó en algunas ocasiones, pérdidas económicas para los arrieros cuando dichos animales rodaban en la montaña con todo y carga.
En citas anteriores además de mencionar el trabajo de don Vicente como arriero comerciante, también se mencionan algunos datos sobre la variedad de productos, las faenas para limpiar los caminos, pero también de los lugares y las distancias de los municipios y rancherías cercanas y lejanas al pueblo. Por ejemplo: en el Estado de Hidalgo, se encuentra el municipio de Chapulhuacán, Tepehuacán de Guerrero y las rancherías son La Hacienda de Cahuazas, Cuatolol, Tenango, Texcapa entre otras y en el Estado de San Luis Potosí la ranchería es Taman, la cual corresponde al Municipio de Tamazunchale. Estos lugares son una constante en la experiencia e historia de vida de don Vicente.
En la figura 7 se muestran los lugares antes mencionados los cuales fueron parte del camino de ida y vuelta de don Vicente a mediados del siglo pasado. Además, el mapa 2 nos permite observar una fracción de la Sierra Madre oriental, cuyas cadenas montañosas forma parte del paisaje accidentado en el lugar de estudio. Respetando los relieves naturales de la montaña en este mapa se trazaron en color gris algunos de los caminos ocupados por los arrieros a mediados del siglo pasado.
Fuente: Google Earth
Figura 7. Caminos y pueblos de don Vicente
Los comerciantes son personas hábiles en redistribuir noticias, productos, objetos, animales y cosas por medio de diversas transacciones comerciales como la moneda, el intercambio, el trueque. En el caso de San Pedro Chapulhuacán, a mediados del siglo pasado, la circulación de moneda era de uso común para la compra y venta de productos, sin embargo, existían otros tipos de transacciones en el lugar. Uno de ellos era lo denominado como: “truequeo”. Don Vicente dice: […] antes siempre hubo un cierto truequeo, después de la Revolución no había moneda estable, entonces lo que hacían era. Bueno, yo tengo pilón, tú tienes maíz y hacemos un intercambio, incluseo con animales, así es, eso todavía sigue siendo en muchos casos. […] había gente que vendía sus cosas al tiempo, y había gente que le compraban sus cosas a mitad de precio, y cuando lo iban a entregar estaba más caro. (Vicente A. Amador, julio 2023)
El trueque fue una de las formas de intercambiar productos alimenticios y ganado y animales de trabajo. Otra forma de realizar transacciones comerciales es: “vender al tiempo”. Don Vicente dice: […] eso de vender al tiempo es que yo vengo, te pido por ejemplo dinero porque no tengo para pagar mis peones que me van a ayudar a trabajar, y entonces cuando yo ya trabajé y tenga mi cosecha vengo y te la vendo o que esa te la doy, te pago de lo que te debía, pero haz de cuenta que hay un inconveniente, las personas que compraban al tiempo te compraban después el producto al precio que querían o al que estaba corriendo, por ejemplo, estaba a un peso te lo compraban a 80 centavos y eso era la ganancia de los comerciantes, de los dueños del comercio, pero era una pérdida para los productores. Eso se terminó cuando ya fue la venta más directa. (Vicente A. Amador, julio 2023)
Otro ejemplo de transacción comercial es lo denominado como “ribete” y “a medias”: yo tengo por decir, un caballo y te lo voy a cambiar por una yegua que tú tienes, pero como la yegua está mejor, entonces yo te doy ribete [extra], te doy algo más, te doy dinero en efectivo o te doy un animal, eso es: “te doy ribete”. A medias es que yo tengo un terreno, tú no tienes, te presto una parte de mi terreno, tú lo trabajas y vamos a medias, si trabajas 20 días, yo te pago 10, tú pones tus otros 10 y de lo que se coseche, la mitad para ti, la mitad para mí, eso es a medias. (Vicente A. Amador, julio 2023)
En San Pedro Chapulhuacán a mediados del siglo pasado aproximadamente fue un centro de comercio, un punto de encuentro y reunión social de distintas rancherías dentro y fuera del municipio, así mismo, fue un lugar de redistribución y transacción de diversos productos.
A mediados del siglo pasado algunas transacciones comerciales se realizaban por medio de la palabra. Es necesario resaltar la importancia y el peso de la palabra de las personas, es decir, la palabra tiene un peso importante de verdad, confianza y honestidad en el momento de realizar una transacción comercial, por ejemplo: al “vender al tiempo” el prestamista queda expuesto en una desventaja si en un determinado momento el productor decide ignorar el cumplimiento de su parte pactada del trato.
El adelanto como pago de un producto también implicaba asumir una deuda a futuro del productor y los cultivos que aún no se cosechaban ya estaban entregados por completo para abonar una parte o terminar de pagar adeudos. En ese sentido, considero que la confianza del prestamista se sustentaba en el cumplimiento de las continuas deudas adquiridas y saldadas por los productores.
Desde las consideraciones teóricas metodológicas la propuesta de trabajo es una Geografía de la Memoria desde los sujetos, es decir; una cartografía de la oralidad para reconstruir los caminos y el comercio del arriero a mediados del siglo pasado. Por lo tanto, mi interés se centró en escuchar las voces, las memorias e historias de personas adultas mayores para conocer cómo desde la cartografía oral se reconstruyen como sujetos, los sujetos, su historia y las distintas labores y actividades desempeñadas en la montaña de la huasteca hidalguense.
Una de estas labores es la arriería, un trabajo nada sencillo porque para hacer arriero era necesario que la persona adquiriera con el tiempo, una acumulación de experiencia y conocimientos en distintos aspectos, por ejemplo: saber de animales y sus cuidados, conocer de rutas y caminos para los traslados, saber leer los fenómenos naturales, etc. Además, si era el caso, los arrieros debían ser buenos comerciantes para ofrecer y vender productos; ser autosuficientes y solventar sus necesidades básicas de vestido y alimentos durante el viaje si lo requería.
A mediados del siglo pasado el pueblo de San Pedro Chapulhuacán figura como un centro de comercio donde llegan diversos productos, un pueblo donde salen redistribuidos estos y también, donde ocurren otras formas de transacciones comerciales a nivel local y regional. El pueblo como centro de comercio, fue, además, un punto de encuentro y reunión social de distintas rancherías dentro y fuera del municipio.
Por último, considero que las prácticas del pequeño comercio no solo se refieren a relaciones económicas, aunque por el momento comparto algunos datos sobre la arriería, los lugares y las formas de comercio. Considero se puede investigar las relaciones de económicas desde otras perspectivas. Por ejemplo, se puede indagar sobre cómo se ha desarrollado y modificado en diferentes periodos históricos desde la época prehispánica, la colonia o el periodo virreinal, en el México Independiente y hasta sus prácticas en nuestros días. Otra consideración para la investigación sobre el comercio, son las formas de transacciones -intercambio, redistribución, trueque; rutas o vías de comercio; los diferentes tipos de relaciones sociales gestadas en los lugares como punto de encuentro y reunión de los pueblos; las formas de importación y exportación de objetos; el trato con diferentes tipos de personas.
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9. Síntesis Geográfica del Estado de Hidalgo. (1992). Mexico: INEGI, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
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